jueves, 21 de abril de 2011

La segunda campaña es la buena


Una de las mejores cosas que tiene hacer e-mail marketing, es que puedes analizar todos los datos tras la campaña: quién ha leído tu e-mail, quién lo ha reenviado, quién ha hecho “clic”… Esta información es vital para valorar el éxito/fracaso de una campaña y para actuar en consecuencia. La pregunta es: ¿cuándo lo hacemos?
Cuando preparamos la campaña solemos dedicar un tiempo "prudencial" para elegir los aspectos más destacados: definir objetivos, concretar acciones y, finalmente, elaborar el mensaje (remitente, línea de asunto, texto, imagen y destinatarios). Una vez enviado, ¿dedicamos el mismo tiempo prudencial a analizar los resultados? La respuesta es -por desgracia muchas veces- no. Seguramente veremos durante los siguientes días quiénes han leído y quiénes han pinchado los enlaces. Posiblemente recibiremos algún email solicitando información y alguna llamada sobre el correo... y estaremos satisfechos con los resultados. Pero ¿y los demás datos? Quedarán ahí para la posteridad...
Lo ideal sería que cuando se definiese la campaña, se hiciese un "Plan B" para rentabilizar la información que recogeremos. Es decir, dedicar ya al comienzo del plan estratégico ese tiempo que luego probablemente no le dediquemos. Por ejemplo: se lanza una campaña para anunciar un nuevo producto, y a los que hagan clic en dicho producto le envía una oferta exclusiva. Seguro que se obtendrá una lista de destinatarios más receptiva que la anterior O, incluso, se lanza varias ofertas de varios productos y a los que pinchen, una nueva oferta más suculenta todavía.
Una campaña de e-mail marketing es una forma estupenda de dar información y tantear a los destinatarios, pero una segunda campaña creada "ad hoc" a partir de la primera materializará los frutos que espera.
Les recordamos que en Nulit poseemos la clase de productos que usted necesita para llevar a cabo sus campañas de e-mailing

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