sábado, 21 de mayo de 2011

Un mal ejemplo de Marketing (y que podemos aprender de él)

De Marketing o de cualquier cosa que se proponga. Suena a exageración, pero no lo es, si este año se ha propuesto de verdad hacer realidad sus propósitos, siga leyendo, no va a encontrar nada que funcione mejor.

• He aquí un ejemplo práctico de Marketing que nos ilustra sobre qué NO hacer nunca, ¿estamos cayendo en ese error? Si es así es muy importante enmendarlo ya.

• Además vamos a ver varios elementos críticos que son los que, al final, nos van a conseguir esa venta.

No estoy muy seguro de por qué lo hacen en esta empresa, pero no creo que los resultados que obtienen sean precisamente muy buenos, porque aunque hay una cosa que hacen bien, luego toman esa oportunidad y vuelan por los aires de la peor manera posible, provocando no sólo que no se haga caso a lo que quieren (que es el objetivo último del Marketing) sino que además uno no quiera saber más de ellos y que queden en la retina como un terrible ejemplo.

Lo último de lo que te entran ganas es de trabajar con ellos o contratar sus servicios, y de hecho, si usan la misma táctica con otros posibles destinatarios, la única reacción que creo que van a conseguir son unas cuantas respuestas airadas.

Su táctica consiste en esto…

Llega un e-mail a una de las direcciones web que tengo en mis cuentas, es muy importante que vayamos paso a paso y que cuando enviamos un mensaje lo primero en lo que nos centremos sea en que el destinatario lo abra.

Para ello hay diversas tácticas, como la de la curiosidad, el auto-interés etc.

Parece ser que esta empresa es consciente de lo importante que es que su mensaje se abra, por lo que el título de su correo es prácticamente el que toda otra empresa abriría si lo recibiera. Era “Orden de compra” o algo similar, lo que induce a pensar que están interesados en el producto que ofreces.

Parece ser que esta empresa es consciente de lo importante que es que su mensaje se abra, por lo que el título de su correo es prácticamente el que toda otra empresa abriría si lo recibiera. Era “Orden de compra” o algo similar, lo que induce a pensar que están interesados en el producto que ofreces.

La primera parte está bien, porque consiguen atención, pero el segundo paso que emplean es agarrar, encender la mecha de la bomba que tienen bajo la silla y hacerla explotar llevándoselos a ellos, y las posibilidades de negocio, por delante.

Así que intrigado lo abro y aquí es donde estalla la dinamita, el mensaje no tiene que ver con compras, tiene que ver con que tienen X sitio web y, en definitiva, quieren presentar sus servicios y que los contrates.

La primera parte está bien, porque consiguen atención, pero el segundo paso que emplean es agarrar, encender la mecha de la bomba que tienen bajo la silla y hacerla explotar llevándoselos a ellos, y las posibilidades de negocio, por delante.

Es fácil imaginar lo rápido que cambia el estado de un posible cliente de leer el título a sentirse completamente engañado por el cuerpo del mensaje, que nada tiene que ver con lo que aparentaba, no recuerdo bien cómo empezaba exactamente, creo que hacía un vano intento de ligar con el título diciendo algo así como "sabemos que le preocupan las compras", pero eso sólo lo empeora más.

Lo único que realmente lee el destinatario es "has caído y te hemos hecho abrir el mensaje".

Quedan como un tonto, y a nadie le gusta quedar como un tonto. De hecho le parece que en algún lugar lejano alguien se ríe y le apunta con el dedo porque has caído en la trampa.

Ahora, si están recogiendo estadísticas de apertura de sus mensajes puede incluso que estén dándose palmadas en la espalda porque con un título así consigues más que la reducida media que hay hoy en día, pero eso no importa nada, es sólo ruido, porque la venta no se consigue abriendo un mensaje, de hecho cualquier posibilidad de venta queda reducida a cero en cuanto el posible cliente ve que simplemente le han embaucado para abrir un mensaje que no va de lo que pensaba que iba.

La táctica no es distinta de los mensajes de Spam que hablan de alguna noticia de actualidad y nada más abrir sólo pone que puedes conseguir dudosas pastillas al 80% de descuento o algo así.

Hay varias fases naturales para que se produzca una venta y consigamos un cliente, la primera es obviamente conseguir su atención, pero usar cualquier medio para conseguirla no vale.

Si se trata de una empresa seria que ofrece un servicio serio entonces acaba de arrogar toda su credibilidad al barro.

Pero cosas como esta son simple y llanamente inútiles.

El estado de un cliente es muy variable. Como en el ejemplo mostrado uno puede pasar de la curiosidad al enfado en un segundo… y la venta se ha perdido porque nadie compra cuando está enfadado.

Y no sólo eso, cuando uno lleva tiempo en el Marketing se da cuenta del enorme poder que las experiencias negativas tienen y por qué tenemos que intentar no generarlas de esa manera tan flagrante. Cuesta que un cliente satisfecho diga algo bueno de nosotros, pero alguien a quien le han engañado lo dirá a todo aquel que le quiera escuchar, contestará airadamente al que envió el mensaje y pronto puede convertirse todo es una pesadilla en la que la credibilidad se ha roto.

Por lo que deberá asegurarse de seguir estos consejos:

1. Escriba concretamente el objetivo que desea cumplir. Con una fecha y una medida específicas.

2. Localice un grupo de personas que le importen.

3. Vaya a esas personas y coménteles en voz alta lo que se propone hacer, con número y fecha.

De hecho, deles una copia de esos objetivos escritos, exponga públicamente (cuanto más mejor) lo que quiere conseguir y, si desea que todo sea aún más efectivo, pídales el pequeño favor de que eventualmente le vayan preguntando por cómo van esos objetivos, o propóngase usted mismo rendir cuentas ante ellos habitualmente.

Ésta es la parte difícil, pero también la que la hace funcionar.

Recuerde que cuenta con los productos de Nulit! para concretar sus campañas de marketing.

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